martes, 15 de julio de 2014

Lo importante

Hay determinadas situaciones en la vida que suelen hacer que despertemos del sueño de la inconsciencia, y una de esas situaciones que provoca ese cambio es la enfermedad. Una enfermedad grave de un ser querido, o la nuestra propia, es un fuerte golpe que hace que recuperemos el sentido de la vida, que de repente toquemos de pies en el suelo y tomemos consciencia de que la vida es algo muy preciado y efímero y que en cualquier momento se nos puede ir.

Vivimos en una sociedad comercialmente muy avanzada, donde podemos encontrar cualquier producto para cubrir nuestras necesidades más rebuscadas. Desde una perspectiva del bienestar, eso parece que está muy bien, pero, a mi modo de ver, tiene otra cara más perversa y que hay que saber desvelar y situarla en el lugar que le corresponde.

Cuentan que una vez estaba Ortega y Gasset paseando por una gran ciudad, cuando pasó por delante de unos grandes almacenes y se detuvo, observó detenidamente y reflexionó y dijo: " hay que ver la cantidad de cosas que no necesito". Creo sinceramente, que debemos practicar, tal como hacía Ortega y Gasset, el arte de la reflexión, debemos replantearnos nuestro orden de prioridades y descubrir qué es lo realmente importante en la vida.

Encontrar el equilibrio entre el interior y el exterior siempre va a ser difícil, solo hay que hablar un poco con la gente para darse cuenta de la cantidad de personas que sufren desórdenes emocionales y problemas relacionales. Todos estamos metidos dentro de una noria a la que llaman progreso y que gira a gran velocidad, con lo cual, el mareo y el desconcierto que nos produce es importante.

Con eso no quiero decir que tengamos que renunciar a los placeres que la sociedad actual nos brinda, pero si que creo que debemos encontrar un cierto equilibrio entre lo mundano y lo divino. Para encontrar ese equilibrio tan necesario debemos de bajarnos de la noria de vez en cuando, detenernos y tomar una visión de conjunto, reflexionar... Pienso que ahí radica uno de los secretos para vivir en paz y armonía con uno mismo.

Desgraciadamente, a veces, para poder despertar de esa locura de la que todos estamos afectados, es necesario pasar por el trance de la enfermedad grave. No es raro encontrarse con alguien que ha pasado o está pasando por ese difícil momento, y ver que algo muy profundo en él ha cambiado. Cosas en las que antes ponía todo su interés ahora ya no son importantes, y cosas, detalles, como por ejemplo contemplar un atardecer, que antes le pasaban totalmente desapercibidas han cobrado ahora un valor prioritario.