lunes, 19 de agosto de 2013

Si pudiéramos establecer una distinción un tanto radical entre las personas, podríamos realizar dos grupos: a) los que no se hacen preguntas y b) los que sí se hacen preguntas. Pues bien, este blog está destinado al segundo grupo, es decir, a los que se plantean cuestiones a veces un tanto metafísicas y otras veces más terrenales con la clara intención de poner luz donde antes había oscuridad. No pretendo ser pretencioso ni dar respuestas a todas las preguntas, sólo aportar mi visión de las cosas fundamentadas con mi formación en psicología y con mi experiencia de muchos años vividos.

El porqué del título del blog "Buscando el Camino" se debe a dos de mis pasiones: el caminar y la psicología; dos maneras distintas pero complementarias que nos pueden ayudar a encontrar el Camino.
Hace casi veinte años que Paulo Coelho, a través de uno de sus libros, sembró en mí la semilla de la curiosidad por descubrir la alquimia del Camino de Santiago. Sería años más tarde, concretamente el 2005, cuando me iniciaría en ese fascinante Camino y ya no dejaría de regresar a él año tras año.

Podría contar numerosas anécdotas y mágicos momentos que he vivido a lo largo y ancho de mis Caminos, apasionantes e interminables charlas con peregrinos anónimos, buscadores de Caminos. Pero si tuviera que destacar algo de todas las cosas que el Camino me ha enseñado me quedaría, sin duda alguna, con el hecho de que tanto en el Camino de Santiago como en el de la vida hay que procurar que el equipaje sea lo más ligero posible. 

También es cierto que mi formación como psicólogo ha redondeado esa visión que hoy tengo sobre la vida y sobre sus tortuosos "caminos". Me gustaría que este blog se convirtiera en un cruce de caminos, un espacio donde podamos aportar un poco de luz a la oscuridad, para que los obstáculos que nos encontremos puedan hacerse un poco más visibles.


J. V.